Treinta y siete

No sé. Quizá quiera sentirme miserable. Algo más miserable, quiero decir.

He estado releyendo todos tus te quieros, todas aquellas palabras que me dijiste, aquellas notas que me escondiste tan dentro. Hoy no podré dormir; y si duermo, desde luego, no descansaré.

Acabo de rehacer todos esos paseos, esos momentos juntos en los que el mundo no era más que un gran escenario, y nosotros los protagonistas y únicos actores. Cuando el mundo no existía más allá de tu piel, cuando todo el sentido se escondía en tu interior, cuando me tocabas con tus pies fríos debajo de la sábana, buscando algo de calor, es cuando tenía sentido. Pero ya no.

Ahora vago; busco algo que no termino de encontrar. Y temo todo lo que me rodea, que me resulta extraño y hostil. El mundo dejó de ser algo cálido desde que decidiste no alumbrarlo más. Desde las sombras me acechan el miedo, la desconfianza, la soledad, la desesperanza.

El tiempo carece de sentido si no puedo pasarlo recontándote otra vez una historia que ya sabes; mis acciones son estúpidas si no te tengo para regañarme; mi piel es insensible, si no eres tú quien la acaricia.

No sé qué es de ti, ahora. Supongo que seguirás feliz, en tu mundo hecho a medida. Disfrútalo, que yo empezaré a construir el mío cuando termine de recomponer mis entrañas.



6 comentarios:

Gato negro dijo...

Tendría muchas palabras para ti, pero no me salen, porque uno sólo puede escuchar cuando está preparado. Aquí tienes un compañero para seguir recomponiendo, sabes mi portal... te espero.

GATO NEGRO

Laura dijo...

quizás ella también recomponga algún día todos esos paseos...
lo que pasa es que nunca coincidís...

lluvia de emergencia dijo...

¿por qué tu texto me suena como una melodía de fondo que viaja en mi cabeza?

me pareció precioso aquello de tu mundo hecho a medida. Supongo que es algo que todos intentamos hacer y muchas veces se resiste a funcionar. Pero quien sabe, quizas es mejor que al construir las paredes, al escoger las lámparas ... el color de la pintura, no olvidemos a los amigos, a los amigos de verdad me refiero. Esos que en momentos como estos eschuchan con nosotros esa melodía de fondo.

vamos los que nos dan un abrazo o una sonrisa cuando más falta hace.

escoge para tus paseos a una chica que nunca pierda su sonrisa y te enseñe nuevos rincones de la ciudad, nuevos paseos.

Pekisch dijo...

nada que decir, ya que está todo dicho en tus palabras, y en las de las de cuantos te escriben..
pocas veces sirven de algo los ánimos y todos los consejos, si lo único que se necesita o se quiere(y es mi caso) es justo lo que no se tiene o se ha perdido..
tan solo espero que tus paseos tristes dejen de serlo pronto

Elena -sin h- dijo...

En el fondo siempre terminamos echando sal en nuestras heridas en forma de recuerdos bien afilados...
Se que no sirve para mucho pero es lo más sincero que puedo decirte... pasará.

Anónimo dijo...

hola...ayer me contaron, una hª, la historia de una chico qe conozco y ahora está enamorado de otra chica... en esa historia salias tú, y no te conozco,pero mis ansias de saber me han llevado de un blog a otro hasta que he dado con el tuyo... estoy convencida que pasará, todo pasará y sino tiempo al tiempo...dolerá mucho tiempo pero habrña un dia que disfrutárás pensando en que el dolor es un leve cosquilleo q solo te trae gratos recuerdo... mili