Sesenta

Vamos a empezar.

¿Con qué?

Ya has empezado antes, muchas veces; no debería ser tan difícil, ¿verdad? Haz una lista.

Empieza por el soldadito paracaidista. El naranja, con el paracaídas blanco. El discreto.

O las cuatro estaciones encerradas en ampollas de cristal.
O la puerta de colores, desgarrada.
O tu cojín rojo nuevo, que estás bastante contento con él.

Habla de las estrellas de plástivo, o de los ruiseñores sobre los fusiles; de los clavos del suelo o del quejido del somier; de lo verde y lo marrón o del amarillo y el negro; de las dos puertas del armario, o de la tercera.



1 comentario:

Anónimo dijo...

O de lo mucho que te quiere a pesar del hielo, las brasas, el queso o el whisky.
Señores, este animal no tiene instinto científico alguno. Pero, a cambio señores, pueden ver otra cosa. Miren, este hombre no come más que guisantes desde hace tres meses.