Cincuenta y siete


¿Por qué, de entre todas las luces y colores del mundo siempre he de toparme una y otra vez contigo? No me gustas. Saturas. Los alambres que te mueven hace demasiado que cuelgan inertes, y los utilizas para flagelar a quien alcances.


Aún me quedan cicatrices de tus arañazos, pero las costras poco a poco se caen, y dejan ver una piel nueva, brillante, ilusa; el sol y las estrellas, el viento y la marea, el sudor y la saliva se encargarán de que ese pedacito de piel nueva, brillante e ilusa se oscurezca y curta como la demás.

Después de tanto tiempo ya no queda más que esperar. Pero, después de tanto tiempo ya no queda más que esperar. Y esperar. A que las luces vuelvan, e iluminen y coloreen todo mi mundo, desde dentro y hacia afuera, con todos los matices que puedan.

Se puede vivir, y se puede morir. E incluso vivir y morir a la vez, que no es lo mismo que ser y no ser. Vivir es mejor, pero morir resulta más cómodo. De vez en cuando se resucita. Incluso lo marchito: se pudre, se cae y se muere. Y luego, con suerte, se regenera.



Ya queda poco tiempo para tonterías, así que tengo que aprovecharlo bien y hacer todas las que pueda. Que serán muchas, pero no las suficientes...


5 comentarios:

Bibián dijo...

Me sorprende (y alegra) ser la primera en éste post. La respuesta a la pregunta cotidiana fue tuya hoy. Gracias de corazón.
Un beso,

PS. Que bueno volver a saber de ti!

Julia Moreno dijo...

...eh, se te echaba de menos...vuelves renovado y con magia de la tuya...esas cicatrices que se hacen piel nueva, pero que inventamos y reinventamos, que hacemos sangrar una y otra vez, esperando quien tenga la tirita adecuada...besitos mil para tí

Anónimo dijo...

¿¿Y este cambio?? Ya estaba pensando preguntar por ti, a ver por dónde andabas.

Gato negro dijo...

Te veo como siempre,cambiante.Renovado por esas figuras que yo siempre denomino por su bello olor y su linda caricia.
Como me alegra que retomemos, ahora cada uno en espacios nuevos, y en poco, con nuevas pieles relucientes de ganas. Sigue la vida, la muerte es fácil y por eso la rechazamos en cada conversación.

GATO NEGRO

kay dijo...

Vuelves, veo. Me gustan tus nuevas letras. Y nos vemos, pronto ¿no?
Qué deprisa pasa el tiempo. Cada vez más. Qué vértigo y qué miedo. Apenas me da tiempo de darme cuenta o pararme a pensarlo...