Cuarenta y nueve


Tengo el corazón podrido. Se cayó de las venas y arterias que le regaban con tu vida, y quedó arrinconado en mi pecho, lejos de tus ojos y su luz. Poco a poco las tinieblas hicieron que se arrugara y oscureciera, mimetizándose, y yo, por ósmosis, me arrugué y oscurecí también.

Su tersura y suavidad desaparecieron, y me volví retorcido y arisco; su brillo y color marchitaron, y así se encogió mi ingenio y mi humor; sus latidos se apagaron, y dejé de moverme sin ellos.

Los gusanos estarán dando buena cuenta de él, pues tienen dónde hartarse. Mientras lo regaron tus alientos y lo alumbraron tus ojos creció fuerte y saludable. Resistió pulgones, mosquitas y otros parásitos. Creció alto, cerca de la luz y lejos de las manos de los niños, pero oculto a los pájaros voraces. Y, desde esa altura, se derrumbó.

Rebotó contra mis costillas, en mi hígado precirrótico y en mi estómago ulcerado, para asentarse de nuevo en mi pecho, entre los pulmones alquitranados.

Pero, ¿sabes qué? Que no me importa. Que cuando los gusanitos acaben con él, lo único que habrán hecho es deshacerse de una envoltura que impide que lo que tiene dentro termine de germinar, y vuelva a crecer por sí solo, hasta elevarse otra vez a las alturas que le corresponden.


8 comentarios:

ASKonigsberg dijo...

Es... algo desgarrador
Me gusta

kay dijo...

Y lo hará, si no nada merecería la pena; sin tu corazón no lo merece...
Un beso interprovincial

Elena -sin h- dijo...

Estoy segura que crecerá sin agrietarse ni volverse demasiado duro...Y estoy segura de que no habrá tantos gusanos en el planeta como para comérselo

E dijo...

Esto está infestado de corazones podridos. Igual al entrar en contacto se regeneran. ¿No crees?

Cle dijo...

Y si no se regeneran, formaremos el Club de los Corazones Podridos y combatiremos todos a una a esos pendejos de gusanos. ;P Saludos.

Raul dijo...

Hay que tirar los corazones podridos. Si no, la putrefacción se puede extender al resto del cuerpo.

Para lo único que valen es para que germine algo bonito de ellos.

Julia Moreno dijo...

...me alegra encontrarte...plantemos flores y reguemoslo a diario, no habra gusando que se atreva a robar ni uno solo de tus latidos...Un beso

Anónimo dijo...

¡Todo me venía de ti, todo lo que él me daba me venía de tí, hasta tus pasiones!Tu alma se introdujo en la mia como un gusano en la manzana dedicandose a roer y a roer, a excavar y horadar, hasta que no quedó más que la cascara con una masa negra dentro.
Strindberg